A partir de 1980 empezó a utilizarse en las salas cinematográficas el sistema Dolby estéreo, patentado por los laboratorios ingleses del mismo nombre. A finales de esa misma década no sólo sa había implantado en la mayoría de los cines, sino que además se habían registrado algunas patentes nuevas. Las peculiaridades de este sistema hicieron que las obras de acondicionamiento de las viejas salas fueran notables, y que las de nueva construcción se diseñaran teniendo en cuenta sus exigencias.
Existen varios tipos de Dolby, el último de ellos apoyado en la tecnología digital. Tres son las principales características de ese sistema estereofónico y de reducción de ruido:
- Aumento importante en la franja de paso tanto de los agudos como de los graves.
- Sensible aumento de dinamismo, es decir, de posibles contrastes entre los sonidos débiles y los fuertes.
- Posibilidad de distribuir los sonidos en varias pistas independientes, lo que permite la coexistencia de señales sonoras que, lejos de anularse entre sí, se despliegan en un espacio amplio y llegan al espectador desde puntos diferentes.
En suma, el Dolby estéreo es el equivalente sonoro de las tecnologías digitales de imagen en cuanto a espectacularidad.
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